¿Cómo hacer Gomasio en casa?

El gomasio es perfecto para reducir el consumo de sal por lo que se puede utilizar reemplando la sal de las ensaladas, sopas, guisos, panes, pastas, arroces, salsas, dips etc.

El gomasio lo conocí hace ya unos años gracias a mi amiga Consuelo y su cocina macrobiótica. Aunque es realmente fácil de preparar, como todo tiene sus truquitos.

Siempre me ha encantado el sabor del sésamo o ajonjolí y desde que lo preparamos en casa lo utilizamos en muchísimos platos, pero como más me gusta es, sin duda, sobre una buena tostada con un chorrito de AOVE, ¡Es toda una delicia! 

Además es muy interesante a nivel nutricional: es rico en ácidos grasos insaturados, aminoácidos esenciales, fósforo, calcio… En cuanto a la mezcla de sal y sésamo, permite una mejor asimilación de las sales minerales en el organismo. ¡Es un condimento saludable!

La receta del gomasio

14 cucharadas de semillas de sésamo (preferiblemente enteras ya que será mucho más rica en minerales) 

1 cucharada de sal sin refinar 

Preparación:

1.

Tostar las semillas de sésamo en una sartén caliente, mejor una sartén con un fondo grueso que distribuya bien el calor. Cuando las semillas empiecen a saltar en la sartén y y se tornen de un color dorado, sacarlas. Sobre todo, las semillas no deben ponerse marrones, ya que cogen un sabor algo amargo.

También tenemos la opción de tostarlas en el horno a unos 180 ºC (depende de cada horno) sólo hay que estar pendiente para que no se quemen.

2.

Ahora tuesta un poco también la sal

3.

Mezclar el sésamo y la sal durante unos segundos en un molinillo de café, una batidora pequeña o en un mortero para que el sésamo suelte su aceite que envolverá a la sal. 

Ten cuidado de no triturar demasiado ya que se convertirá en una masa húmeda. 

El resultado debe parecerse a una especie de pan rallado grueso.

Deja se enfríe y guárdala en un recipiente cerrado.

Conservación

El gomasio se conserva muy bien en un bote hermético durante varios meses en un lugar fresco y seco.